FUNDAMENTOS DE LA RED

La especie humana ha recorrido hasta aquí un camino que, si bien es relativamente corto respecto al surgimiento de la vida en el planeta, representa un importante proceso evolutivo en una permanente búsqueda lanzada hacia el futuro. Hay quienes pensarán que el desarrollo de ese proceso depende del azar, otros supondrán la preexistencia de un destino, y otros pensamos que la vida humana tiene un sentido que la impulsa evolutivamente, pero depende de la intencionalidad del ser humano la opción de construir una sociedad coherente o contradictoria con tal sentido.

Cuando los desvíos en el camino generan contradicciones, aumenta la violencia, crecen las divisiones entre las personas y los pueblos, y el futuro se torna incierto. Surge entonces la necesidad imperiosa de retomar el sentido de la especie, recuperando la percepción de lo humano en el prójimo, para juntos avanzar en la deconstrucción de las contradicciones sociales y emprender el camino hacia la humanización de la Tierra.

Hoy podría pensarse que la inercia del proceso histórico nos conduce hacia un mundo cada vez más interconectado e interdependiente, en lo cultural, en lo económico, en lo político y en lo militar y que la tendencia hacia una integración cada vez mayor es irreversible pero la gran duda es cuál será el signo de esa supuesta integración. ¿Será un mundo controlado y gobernado por las principales potencias? ¿Será un mundo controlado y dominado por el poder financiero internacional? ¿O será una civilización planetaria emergente de la unidad en la diversidad de sus poblaciones?

Quienes aspiramos a esto último, vislumbramos una imagen en el horizonte: la de una verdadera Nación Humana Universal, un mundo sin fronteras en el que los seres humanos puedan cumplir con sus mejores aspiraciones, en paz, con justicia, con libertad, y con un futuro infinito por delante. Para algunos puede parecer una utopía irrealizable, pero otros podemos convertir esa utopía en el objetivo que nos oriente y nos inspire hacia un proyecto digno de la especie humana.

Nos espera un largo camino y un tiempo prolongado, seguramente muchos no llegaremos a la meta aunque estaremos satisfechos de vislumbrarla en el horizonte. Pero más allá del tiempo que pueda llevar ese objetivo, será importante que en los próximos años nos encaminemos decididamente en esa dirección, antes de que las fuerzas del anti-humanismo consoliden un poder y un control que luego será muy difícil de revertir.

Las contradicciones del mundo actual han sido causa de numerosas crisis, y estas se multiplicarán y profundizarán si no cambiamos el rumbo que llevamos.

Porque la irracionalidad del sistema económico y la voracidad de la especulación financiera provocarán nuevas crisis que marginarán a millones de personas. La carrera armamentista, las guerras y el terrorismo se cobrarán cada vez más vidas provocando el sufrimiento creciente en las poblaciones. Las mentiras de los políticos y la manipulación de los medios de comunicación destruirán todo vestigio de credibilidad, sobreviniendo un caos generalizado, de no surgir otro tipo de referencias coherentes. El caos social empujará hacia un drástico retroceso de las sociedades, o provocará la instauración de un nuevo orden basado en la fuerza.

En cualquier caso, de continuar esta dirección mecánica de los acontecimientos, el mundo va hacia una catástrofe inevitable, por lo cual será imprescindible que la intencionalidad humana recupere el sentido de la especie y corrija el rumbo.

Será importante que en estos próximos años, mucha gente, organizaciones, movimientos sociales, y ojalá algunos gobernantes, apoyen esta causa, compartan este objetivo, y adhieran a sus propuestas, y así articularnos para actuar coordinadamente, poniendo en marcha un proyecto verdaderamente humano, que permita avizorar la luz al final del túnel.

Nos espera un largo camino, con numerosas dificultades, en el cual será necesario tener claros los objetivos ante cada paso, ante cada escalón hacia la cumbre. Y eso intentaremos hacer, identificar los pasos que hay que dar para acercarnos, desde diferentes lugares del mundo hacia un mismo objetivo. Se trata de una primera aproximación de los pasos a dar, los que seguramente serán mejorados, completados y multiplicados durante la marcha.

Algunos ya se están intentando, y en ese caso será importante articularse para unir fuerzas, en otros casos, habrá que empezar desde ahora a caminar. Desde luego que no se trata de un proceso lineal de pasos sucesivos, sino de diversas metas parciales en diferentes áreas, en las que se podrá avanzar según el lugar y el momento, pero siempre de modo convergente con el proyecto de la Nación Humana Universal.

Hay que comprender que la Nación Humana Universal, no representa solamente un ideal de mundo, sino que se ha tornado una verdadera necesidad histórica, ya que en un planeta globalizado no hay manera de enfrentar una crisis generalizada como no sea encontrando respuestas globales.

*Guillermo Sullings. Encrucijada y Futuro del Ser Humano.

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